jueves, 11 de octubre de 2012

El Continuum y los peligros


Imagen extraída de aquí.


Hace unas semanas terminé de leer el libro "Concepto del Continuum" de Jean Liedloff. Me pareció muy interesante y revelador en muchos aspectos.

Sobre todo me hizo reflexionar el hecho de que los bebés saben reconocer los peligros y que, en la medida de lo posbile, suelen evitarlos como por arte de magia. En el libro explica que es alarmante el número de accidentes que hay en el mundo civilizado con niños, ya sea en casa o fuera de ella, comparado con los accidentes que hay en un medio más salvaje. También me sorprendió una cosa, y es que la autora dice, que los niños del mundo civilizado son los únicos niños que se "escapan" de sus cuidadores. Que lo normal es, tal como se ve en el reino animal, que las crías sigan a sus cuidadores, o por lo menos no los pierdan de vista.

Otra cosa que me llamó también la atención, fue el concepto de "cuidado con lo que pienses que se cumplirá". Es decir, que si tenemos unas expectativas determinadas sobre el niño, éste tenderá a cumplir nuestras expectativas. Si, por ejemplo, pensamos que se va a caer, un impulso incontrolable le hará caer.

Pues bien, a raíz de esto, decidí confiar más en mi bebé y dejarlo más todavía (si cabe) a su aire. Claro está, quitando de en medio cosas peligrosas de verdad (véase cuchillos y similares). Total, que o mi niño está muy alejado de su continuum, o la teoría esa de que los bebés se saben cuidar solos falla un poquito.


Caso A:

En la cocina mi niño no me deja hacer nada. Sólo quiere mirar lo que hago yo y participar (normal). Así que como en la mochila no le mola, porque no ve bien lo que hago, y en brazos o en la cadera con el Tonga me incomoda porque no puedo hacer todo lo que necesito (pelar una patata, poner algo al fuego con riesgo de salpicaduras), decidí subirlo a una silla y así, apoyado en la encimera, me puede ver bien y de paso juega con cubiertos, vasos y enseres varios.

Hasta aquí todo estupendo. He de aclarar que mi nene no se tiene en pie todavía a menos que esté apoyado en algo. Confiando en su continuum, yo sigo con mis tareas y el chiquito jugando y observando. Esto ha funcionado la mayor parte de las veces, todo hay que decirlo, pero hoy va y el pobre se me cae de la silla para atrás. No lo he visto muy bien, pero creo que primero se ha dado con el culo y luego con la cabeza contra el mueble. Ainssss, qué disgusto!!! Claro, el tío estaba levantando una sartén, quizás demasiado pesada para él, y ha perdido el equilibrio. Se le ha pasado en seguida, y al ratito me volvía a pedir subrilo en la silla, así que no ha cogido miedo.

Pero, ¿dónde queda su insitinto?


Caso B:

Últimamente tiene obsesión por escalar, y lo escala todo, o todo lo que puede... Pues bien, yo le dejo a su aire, pero vamos... que más de un tozolón se ha pegado el angelito.

Misma pregunta: ¿y su instinto?


A lo mejor es que no he interpretado correctamente lo que dice en el libro, y realmente si pusiera a mi hijo al borde de un precipicio, se mantendría a salvo. Como caerse de una silla, o del sofá no es realmente grave (aunque pienso que según cómo caiga... no sé yo), el crío se relaja y no se fija.

O a lo mejor es que el instinto de los bebés sólo sale a flote en un medio natural y salvaje, y no en una casa llena de objetos hechos por los humanos y no por la naturaleza.

En fin, de momento seguiré dejándolo a su aire, pero me mantendré más cerca por si puedo parar una caída, y la barra de árnica bien a mano para los chichones.



12 comentarios:

  1. Qué interesante lo que cuentas... Había oído hablar de ese libro y tengo muchas ganas de leerlo.

    Yo pienso también que lo mejor es dejarles un poco a su aire, intentando que no tengan a su alcance objetos y sitios muy peligrosos, pero a veces es taaaaan difícil que no salga el instinto de madre protectora y encima primeriza ;-) y correr a cogerle en cuanto hace el más mínimo intento de explorar su entorno y sus facultades físicas...

    ¿Será verdad como bien dices que ese instinto de autoprotección sólo funciona bien en la naturaleza...? ¿Será que estamos demasiado industrializados y desnaturalizados...?. Por lo menos, es para pensarlo...

    Un abrazo fuerte!

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    1. Sí que es difícil eso de mantenerse al margen y no salir a la carrera a la mínima. Yo lo estoy consiguiendo bastante, pero eso sí, no le pierdo ojo ;-)
      Un besote y gracias!

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  2. Hola,
    Interesante reflexión. En mi caso ha sido todo un proceso esto de "Confiar" en su instinto. Yo me he sorprendido y quedado admirada de las habilidades de mis peques. Caerse se caerán, lo importante es estar junto a ellos acompañándoles y no "profetizando" una caída o un te vas a hacer daño. Es mejor, (y reconozco que me cuesta), estar con ellos y transmitirles "venga inténtalo que yo estoy aquí vigilando", la cuestión es transmitirles confianza.
    Hay que dejarles que ellos hagan cosas que estén a su alcance y posibilidades. Por ejemplo subirlo a la silla, en mi caso, no lo haría. Porque mi pequeñín no es algo que pueda hacer por sí solo. Y creo que cuando realiza el esfuerzo de subir, va midiendo sus limitaciones, una vez está arriba de la silla por sus medios, puede "medir" la altura y probar si es capaz de bajarse solo y prever una posible caída, y lo más probable es que opte por pedirme ayuda para bajar y de lo contrario si quiere estar en la silla, estará quieto. (aunque igual se descuida y olvida y se cae, que me ha pasado también, pero con la nena)
    Un besito!

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    1. Creo que tienes razón en lo de no ponerles en situaciones a los que ellos no llegan con sus propios pies... Lo cierto es que mi nene todavía no sabe subirse a las sillas de mi casa, porque no llega. Pero sí se sube a algunas sillas o sofás de otros sitios que son más bajitos. Cuando escala, lo hace todo por mérito propio e igual se pega el tozolón XDDD
      En fin, a ver qué me invento para que me deje cocinar!!!!
      Ah! Y lo de profetizar, yo estoy siempre callada como una tumba, a veces me tengo que morder la lengua. Pero no soy de las que están todo el día diciendo "cuidado que te vas a caer" o "cuidado que te vas a hacer daño". De alguna manera esto lo estoy controlando bastante bien :-) Y de ninguna manera luego digo "ves, si ya lo sabía yo". Porque eso mismo me da una rabia que me lo digan... será que cuando era peque me lo dijeron mucho ¿?
      Un besito :-)

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  3. yo me lei el libro y me resultó muy revelador e interesante. Yo con mi hijo pequeño he visto muy claro lo del instinto, al salir de casa están las escaleras y él o se mete más hacia dentro o me espera. Luego para otras cosas es la mar de atrevido y a mi me da pánico, pero si le hago bajarse de algún sitio le dejo clarito que es por mi miedo. En el parque muchas veces me dicen que soy muy tranquila porque no estoy todo el rato encima de ellos.
    Un besazo!

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    1. Supongo que llevamos todos el miedo inculcado, ese que nos transmitían nuestros propios padres... Mi madre por lo menos era bastante exagerada con el tema de miedos... Yo estoy trabjándomelo mucho para no transmitirle eso a mi niño, y que explore sin miedos, pero con precaución jejeje
      Un besote y gracias!

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  4. que interesante, conozco a mas de un niño que vive en peligro constante jajaj se lo recomendare a las madres!

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    1. Supongo que tienen que explorar sus límites, por más que nos dé un ataque de corazón a las madres XDDD
      Gracias!

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  5. Holoa guapa!!

    Te dejo un premio en mi blog.

    un beso grande guapa!!

    Dame tiempo que aun tengo que actualizar.

    yaestoyaquimama.blogspot.com.es

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    1. Ohhhhh muchísimas gracias Alba!!! No lo había visto hasta ahora! Ay madre, qué retraso llevo con los premios... Ahora voy a recogerlo :-)
      Un besote!

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  6. Es interesantísimo este post me ha encantado. En aquella época reinaba el "aprendizaje por descubrimiento" con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

    Si los niños se caían 2 veces en el mismo sitio aprendían a no pasar por ese sitio y a quedarse cerca del adulto. Ahora los mantenemos protegidos de todo y no experimentan. Por eso, cuando tienen ocasión se escapan ansiosos y entonces lo accidentes son mucho peores.

    De todas formas, no creo que podamos hace otra cosa porque no vivimos en plena naturaleza.

    Mi casa por ejemplo está llena de cables, decodificadores, la pantalla plana está casi a ras de suelo. No lo puedo dejar por ahí tan campante. Un beso.

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    1. Uy, yo en mí casa sí suelo dejarlo a su libre albedrío. He intentado quitar lo potencialmente peligroso de su alcance, pero tiene un montón de cajones, armarios, estanterías para investigar. Dejo todas las puertas abiertas, incluso la del baño... De momento, a parte de desordenar mil veces, no ha hecho grandes estropicios. Y la tele, también la tiene a mano, pero sólo le da por encenderla y toquetear todos los botones, de momento no le ha dado por pegarle golpes (aunque todo es posible que llegue...).
      En la calle, ya es otra historia, hay mil peligros que difícilmente podemos neutralizar...
      Un besote y gracias!

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